Trabajar sin barreras: el creciente atractivo de los cobots
Desde la década de 1960, la tecnología robótica ha sido fundamental en el desarrollo de la fabricación moderna. Los robots se destacan en la realización de tareas repetitivas con niveles constantes de velocidad, precisión y destreza. Sueldan carrocerías de camiones, recogen artículos en almacenes que de otro modo estarían desiertos, sueldan placas de circuitos, manipulan materiales peligrosos y ejecutan miles de tareas más.
El valor económico y social de la automatización nunca ha sido mayor. En un mundo pospandémico, los robots están ayudando a llenar un vacío de habilidades a largo plazo en una fuerza laboral agotada, donde se estima que actualmente hay más de 10 millones de puestos vacantes en el sector manufacturero mundial.
Un robot no necesita semanas de capacitación en el trabajo para aprender a realizar un complejo conjunto de tareas. Una vez programado e implementado, puede funcionar incansablemente, trabajando 24 horas al día, 7 días a la semana para acortar los ciclos de producción y maximizar la productividad. Se puede mover por la fábrica o el almacén según sea necesario y puede cambiar instantáneamente entre tareas programadas.
Los robots también realizan tareas peligrosas en entornos que suponen riesgos para los humanos. Pueden manejar patógenos y sustancias tóxicas y pueden operar sin las mismas consideraciones de espacio que los humanos, lo que permite aumentar la capacidad y la producción de las plantas.
La demanda global de soluciones robóticas está creciendo de manera constante, lo que refleja las necesidades apremiantes de la industria de hacer que las operaciones sean más inteligentes, más eficientes y más sostenibles. Sin embargo, hasta la fecha, los beneficios de la tecnología han impactado principalmente a las industrias pesadas, como la fabricación de vehículos, con aplicaciones que incluyen operaciones de ensamblaje, inspección, embalaje, paletizado y almacenamiento.
En cambio, la adopción de la tecnología ha sido más lenta en otros sectores. Los niveles de penetración también siguen siendo relativamente bajos en las pequeñas y medianas empresas (PYME) que pueden obtener los mismos beneficios (o más) que las organizaciones más grandes.
La percepción de que los robots son costosos, inflexibles y difíciles de programar puede disuadir a las empresas más pequeñas de invertir en esta tecnología. Estos conceptos erróneos obsoletos están siendo barridos por una nueva ola de soluciones que acercan más que nunca a los robots y a los trabajadores humanos.
Los robots colaborativos, a menudo conocidos como cobots, están diseñados específicamente para trabajar codo a codo con colegas humanos. Es más, su flexibilidad y asequibilidad hacen que estas soluciones robóticas sean accesibles en una amplia gama de sectores industriales y casos de uso en los que la tecnología no se ha implementado por completo.
Más pequeños, livianos e inherentemente más portátiles que los robots industriales, los cobots son fáciles de instalar y moverse libremente por una fábrica cuando y donde sea necesario. Están diseñados teniendo en cuenta la agilidad y la facilidad de uso, y pueden programarse y operarse sin necesidad de conocimientos especializados en robótica o software. Con los cobots YuMi y GoFa de ABB, la configuración sencilla se ve favorecida por un software de programación intuitivo que permite enseñar al cobot las posiciones y movimientos requeridos en minutos, utilizando una paleta de bloques de comandos gráficos de arrastrar y soltar. Al eliminar la necesidad de conocimientos especializados en codificación, este software permite que los cobots sean programados rápidamente incluso por usuarios novatos.
Los cobots son ideales para realizar tareas precisas y repetitivas sin cansarse, lo que libera a los trabajadores para gestionar tareas más calificadas o gratificantes. Esto brinda a las PYMES la capacidad de optimizar la calidad y la consistencia de sus productos al tiempo que reducen los costos laborales, fortaleciendo su competitividad en un mercado global.
Otra área principal de preocupación para implementar soluciones robóticas ha sido la seguridad. Como cualquier otro elemento de maquinaria pesada, un gran robot industrial normalmente opera en un entorno protegido por barreras, pantallas y otras medidas protectoras para proteger a los trabajadores humanos. A las pymes puede preocuparles que incluso las soluciones robóticas a menor escala traigan riesgos similares y los costos potenciales de mitigarlos.
Los cobots de ABB están equipados con una serie de características de seguridad que garantizan que puedan utilizarse muy cerca de los humanos, como dos o más trabajadores que comparten espacio en una línea de montaje o en un banco de trabajo. En caso de un posible contacto con un trabajador humano, los movimientos de YuMi y GoFa se detendrán en milisegundos hasta que su compañero de trabajo humano considere que la situación es segura. SWIFTI, el robot colaborativo industrial de ABB, cuenta con un sistema de detección de proximidad que incorpora un escáner láser y el software SafeMove de ABB que moderará la velocidad y el movimiento del robot, deteniéndolo si detecta un trabajador dentro de su entorno de trabajo inmediato. El movimiento sólo se reanudará una vez que el trabajador regrese a una distancia segura. YuMi y GoFa también presentan superficies suavemente redondeadas y la eliminación de puntos de pellizco que podrían atrapar ropa o partes del cuerpo.
La agilidad, la facilidad de uso y la rentabilidad de los cobots actuales brindan a los fabricantes más pequeños la oportunidad de hacer que sus operaciones sean más competitivas y resilientes. Al permitir que las personas hagan más con la ayuda de la automatización robótica, los cobots presentan nuevas posibilidades para aumentar el desempeño de los trabajadores.
Y a medida que los avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático hacen que los cobots sean más inteligentes y adaptables, apenas estamos comenzando a desbloquear una amplia gama de aplicaciones donde la automatización robótica puede ayudar a los humanos a concentrarse en lo que mejor saben hacer: ser humanos.
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Matías Marconi